delicadas como son;
le dió toda perfeción
y cuanto él era capaz,
pero al hombre le dió más
cuando le dio el corazón...
Y aunque a las aves les dió,
con otras cosas que inoro,
esos piquitos como oro
y un plumaje como tabla
le dió al hombre mas tesoro
al darle una lengua que habla.
(José Hernández,Martín Fierro)
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